Para intentar acabar con el macabro juego de la Ballena Azul, aparece en Brasil su opuesto: La Ballena Rosa que promueve igualmente cincuenta desafíos pero no para promover el suicidio sino para animar a los adolescentes y con ellos salvar gran cantidad de vidas.
Este juego es similar al otro pero de forma positiva. Las personas que jueguen pueden nominar a sus amigos y amigas pidiéndoles que muestren sus retos en las distintas redes sociales utilizando un hashtag diferenciador #BallenaRosada. Entre las primeras pruebas encontramos la de escribir en el brazo con un rotulador un mensaje hacia una persona con la tengamos cierto cariño y compartir una foto de ello.
Todos los retos están dirigidos para que los adolescentes tenga posturas positivas con las que hacer nuevas amistades o incluso con el fin de ayudar a personas que por cualquier motivo lo están pasando realmente mal. Aquí en este juego, el último reto no consiste en el suicidio sino todo lo contrario, en salvar una vida a través de distintos medios.
Desde mi punto de vista considero que es una alternativa demasiado buena y promovida en los mejores momentos para evitar que los adolescentes sigan aceptando el reto de la Ballena Azul y con ello evitar el suicidio. Y así llevar incitar a los adolescentes a que aprendan valores que quizás desconozcas o que nunca había llevado a cabo como la solidaridad o el respeto; así como ayudar y salvar vidas.